Diálogo Abierto = Adolescentes Saludables

Conversando con Adolescentes sobre Salud Sexual y Reproductiva

Mi primer mes en Ghana estuvo dedicado a estudiar los patrones de conducta sexual de más de 200 adolescentes. Varios científicos habían recaudado data sobre la salud sexual y reproductiva de los jóvenes. También le hicieron preguntas al adulto que se consideraba su guardián - podía ser mamá, papá, un tío, una hermana, quien sea que el joven considerara como su principal cuidador. Me pasé el mes entero jugando con la data, encontrando asociaciones entre distintos factores. Aquí dos de las cosas más importantes que aprendí:

  • El embarazo adolescente y las conductas sexuales riesgosas eran más comunes entre aquellos adolescentes que tenían poca/mala comunicación sobre salud sexual/reproductiva con sus guardianes.

  • Los adolescentes querían hablar y aprender más sobre salud sexual y reproductiva. La mayoría decía que querían que su mamá les hablara del tema.

Parte de la razón por la cual empecé este newsletter es porque quiero ayudar a los jóvenes que buscan información, a los adultos que jamás la recibieron, y a los guardianes que quieren hablar del tema pero no saben cómo. Hay un mar de información errónea y de mitos que se difunden por redes sociales. La desinformación y la falta de espacios educativos (especialmente con guardianes) causa un daño enorme. El principal argumento que daban los adultos ghaneses para no hablar de salud sexual y reproductiva con sus jóvenes era que “hablarlo es sinónimo de darles permiso de ser sexualmente activos”. No estoy segura si es así (no encontré estudios), pero mi instinto me dice que los adultos latinoamericanos dan una justificación similar. No lo podemos negar… en Latinoamérica no se habla abiertamente del tema. Leí en varios artículos que sin duda necesitamos más educación sobre la salud sexual y reproductiva. En específico, los jóvenes necesitan espacios para aprender del tema. Y no sólo en la escuela o por TikTok… en casa. Esto nos lleva a la pregunta central:

¿Qué puedes hacer como guardián para hablar sobre salud sexual y reproductiva con un adolescente?

Primero, dar un paso hacia atrás y analizar qué ideas tienes sobre el sexo, el cuerpo humano, las relaciones, etc. Es necesario tener un inventario de nuestras ideas y preguntarnos de dónde vienen. Siento que es aún más importante hacerse preguntas sobre los temas que nos incomodan y que son prácticamente inevitables: la menstruación, la eyaculación, la excitación, la atracción, los cambios corporales, el debut sexual, las relaciones amorosas, y la lista sigue. Si hay otro adulto que te apoya en este proceso, tengan estas conversaciones antes de que sea momento de hablarlo con el adolescente. Es cierto que no podemos prever todo, pero si podemos acordar las bases de cómo se llevarán estos temas.

Segundo, reconocer que no se puede comunicar todo lo relevante en un solo día. Toma muchísimas conversaciones a lo largo de muchísimo tiempo. Distintos temas son relevantes en distintos momentos.

Esto me lleva al tercer punto, evitar demostrar incomodidad ante preguntas incómodas. Cuando un adolescente se siente cómodo haciéndote una pregunta es porque se siente en confianza contigo para hablar del tema. Si nos mostramos impactados, asqueados o asustados y reaccionamos bruscamente, indirectamente le decimos al adolescente que su pregunta toca un tema “indebido”, “asqueroso” o “tabú”. Es crucial entender el por qué de esa pregunta e indagar de dónde provino su curiosidad por el tema. Es probable que no tengamos la respuesta, y no hay nada de malo en admitir que, en ese momento, no sabemos cómo contestar. Podemos agradecerle al adolescente por sentirse en confianza, recordarles que somos un espacio seguro para hablarlo, compartirles que valoramos la pregunta a pesar de desconocer su respuesta y asegurarles que buscaremos información para responderla.

Al buscar información para contestar estas preguntas, apóyate de fuentes confiables. Investiga la calidad de la información que utilizas. Puedes usar las preguntas que uso para filtrar fuentes de información para mis investigaciones: (1) ¿Es reciente? Las investigaciones sobre salud sexual y reproductiva cambian mucho, es mejor usar fuentes más recientes. (2) ¿Quién lo escribió? Busca personas (o un equipos) con experiencia, parte de instituciones acreditadas. (3) Si es un artículo independiente (como los míos) ¿Qué fuentes utiliza? (4) ¿Qué dicen otros? Revisa si la información se repite, busca otra opinión. Y (5) ¿Cuál es su motivación detrás de lo que escribe? ⚠️La mayoría de los blogs sobre salud sexual y reproductiva en español los escriben farmacéuticas que buscan vender un producto⚠️Es lógico que su incentivo será compartir la información que les beneficia y así aumentar ventas. Ojo, no quiere decir que la información sea errónea, pero puede ser que no te cuenten toda la verdad.

Y por último, está bien poner reglas y límites, pero es aún mejor si sabemos y comunicamos el por qué de ellas. Crear una regla desde la inseguridad y el no querer hablar del tema no ayuda a que el adolescente se sienta en comodidad de hablar sobre sus inquietudes. En este proceso, también está bien compartir tus experiencias personales. No para inculcar miedo o admiración, si no para demostrar que está bien hablarlo.

Si te ha tocado ser la persona que habla sobre el tema con un adolescente, sea porque eres mamá/papá/hermano o hermana mayor, o simplemente porque eres el adulto de confianza ¡cuéntame sobre tus experiencias!

Quiero investigar más del tema con psicólogos, sexólogos y ginecólogos para poderles traer un paso a paso muchísimo más comprensivo y detallado. Si conocen a alguien, déjenme el dato. Idealmente, estos tips y guías toman en cuenta la cultura y condiciones de Latinoamérica. Lamentablemente, y honestamente no entiendo por qué, existe muy poca información adaptada a nuestra región. Hay falta de recaudación de datos de parte de los gobiernos y falta de investigaciones a gran escala. Se me hace difícil escribir estos artículos basada en información escrita para USA y Europa, sabiendo que nuestra cultura es distinta y que los mismos pasos no necesariamente funcionan para nosotros. Hasta entonces, trabajamos con lo que tenemos.

Les mando un abrazote,

Ruth Marie

El contenido proporcionado en este blog de salud sexual y reproductiva tiene como fines únicos el proveer información y educar. El objetivo principal es ofrecer información general y consejos que pueden ser de interés para los lectores. Sin embargo, es crucial destacar que este contenido no debe considerarse como un sustituto de la orientación y atención médica o profesional especializada. La autora no es una profesional de la salud y, por lo tanto, no puede diagnosticar, tratar ni ofrecer asesoramiento médico específico. Cualquier decisión tomada en base a la información proporcionada en este blog queda bajo la responsabilidad exclusiva del lector.

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